Fotografíar a recién nacidos requiere mucha paciencia y dedicación, toda tu atención es para el pequeño, desde tus manos calientes hasta el ambiente tranquilo, por eso, cuando las sesiones se realizan fuera de nuestro estudio siempre vas un poco a ciegas. Por suerte la paz que trasmitía el hogar del pequeño, y el hecho de que Rafael fuese tan dulce y tan dormilón, hizo que la sesión fuese más llevadera y no tardamos en conseguir las imágenes que estaba buscando.
Le deseo lo mejor a este pequeño rayo de sol.