Gracias Sofía y Román por escogernos, por permitirnos disfrutar de vuestra luz. Nos encantan los amores inmensos, de esos que parecen océanos. Amores que te llevan lejos estando tan cerca, suaves, apacibles, de los que dejan huella.
En esta preboda todo salió a pedir de boca, tuvimos una luz limpia y cálida y el mar como elemento principal, y no sé cómo ni por qué, pero casi todas las cosas que me tranquilizan tienen que ver con el mar. Por eso quizás fue tan sencillo dejarse llevar, solo el clic de la cámara, la complicidad entre Sofía y Román y las olas. A veces nos centramos demasiado en hacer sentir cómodos a nuestros novios y no nos damos cuenta de que cuanto más nos dejemos llevar mejor sale todo, de hecho fueron ellos los que me lo pusieron fácil a mi. Gracias también por eso.
Y dirán lo que dirán, pero hacer una preboda en Tenerife tiene otro color, por eso espero que os guste esta sesión tanto como a mi realizarla, está claro que donde hay cariño todo sale mejor.
Pronto los tendremos de nuevo por la web en un pequeño resumen de su gran día.
«Quiero que seas tú toda nuestra vida,
apartarme el cabello blanco de los ojos
y seguir viéndote bailar con la misma
sonrisa de octubre y no otra;
con la misma mirada de otoño y jamás otra.
Quiero encontrar al joven en el viejo
y que nunca nos distorsione el amor.
Quiero seguir enamorada de ti,
y nunca dejar de reconocerte.
Sara Búho».
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